jueves, 28 de enero de 2010

MIS FAVORITOS DE ARMARIO

Yo diría que más que la moda, me gusta la ropa y sus complementos (bolsos, zapatos, botas, sandalias, pañuelos, bufandas, sombreros, boinas. etc.).

En realidad la moda, esas tendencias que van y vienen, las sigo a mi manera. Hay temporadas en que lo que llega a las tiendas me resulta muy atractivo, en otras me deja bastante fría, así que depende de si lo que veo me hace tilín o no...

Normalmente me gusta tener un fondo de piezas clásicas (aunque no las use mucho, pero por si acaso siempre están ahí) y piezas de menos calado que me gustan, y que aunque son de la temporada x, usaré si me viene en gana, diez años después. Reivindico la anarquía en este sentido. Además ya tengo una edad para no seguir el juego de las tendencias y mi cuerpo ya no está para muchos modelitos excesivamente ligeros de materia textil.

Lo que reconozco es que me aburre solemnemente llevar cada día la misma ropa, por lo que no suelo repetir mucho, aunque es verdad que a veces por cuestiones prácticas esto no es así.

Durante muchos años mi vestuario era básicamente negro. Abría mi armario y este color lo invadía casi todo. Actualmente estoy empezando a añadir otros tonos, que también combinan bien con negro, que es un color básico que nunca dejaré de llevar porque me siento bien con él. Y como desde hace pocas semanas llevo el pelo castaño profundo, con más razón, debo aligerar la pesadez de los tonos oscuros y empezar a añadir colores vivos, muestras, listas o estampados que den un poco de vida, a este mi rostro pálido.

Sobre las piezas que más me gustan (y en especial de invierno):

Las prendas de cuero o piel son mi perdición... ¡cuando abro mi armario casi huele a peletería!. No puedo evitarlo, su tacto, su olor... debe conectar con mi parte más primitiva porque me da seguridad saber que esas prendas están ahí para protegerme del frío. Tengo varias chaquetas, faldas y un pantalón de este material. Estas rebajas he ampliado mi colección...

Los pantalones vaqueros o tejanos. Son una prenda básica con la que siempre puedo contar, son sufridos, favorecedores, rejuvenecedores, etc. Los puedes llevar con una chaqueta de piel informal o con un blazer, debajo de un abrigo... en fin, son muy combinables. Me gustan mucho con botas o botines de estilo campero. También he de añadir la variedad del tejano tipo leggin, en realidad llamado jegging, es decir muy ajustado y que contiene en su tejido algo de elástico (elastán, spandex o lycra), Este tipo de pantalón aúna la resistencia de un vaquero con la comodidad de la materia elástica por lo que es ideal para ir con botas, y así lo llevo yo, con botas y un maxi-jersei, camisa, camiseta o blusa larga...

Los dúos de jerséis o los llamados twin-sets. Tengo varios conjuntos, antes solo tenía en negro y marrón, ahora tengo también en verde y azul marino, pero me gustaría otro en rojo. Como soy bastante friolera esta combinación me parece ideal, llevo dos mangas de ropa encima de mi piel y eso mi cuerpo lo nota, pero no añade casi grosor, sobre todo comparado con algunos jerséis de lana que te añaden siete quilos de más.

Por la misma razón, o sea por ser friolera, me gustan las medias-pantys tupidas o los leggins (pantys sin pie), son perfectos para mi en ese sentido. Abrigan mucho más que una media normal, lo que me permite ponerme vestidos o faldas en invierno, antes para mi eso era impensable. En este sentido estoy agradecida a la moda porque tiempo atrás las medias tan tupidas eran muy caras y no se encontraban fácilmente, a no ser que te pusieras leotardos y eso ya no me gusta nada. Ahora están en todas partes y el precio ha bajado mucho.

Las bufandas y los guantes... no hace falta que diga porqué. Aparte de mi Burberry, que la adoro, tengo alguna más para combinar. Además de guantes de piel en varios colores.

Los jerseis largos para el invierno, para combinar con los leggins y botas, esos también me gustan mucho.

Los abrigos. Tengo varios para combinar. Y no tengo más por lo que ocupan, que si no... Es una pieza básica, que puede resultar muy elegante, no debería faltar en un buen fondo de armario. No es necesario gastarse 600 Euros, los hay por mucho menos que cumplen su función.

Los bolsos. Buf... Tengo unos cuantos, demasiados quizás, pero son una debilidad personal (como el cuero). Para mi es básico que el bolso combine con el resto de mi atuendo. Y siempre llevo bolso, no se ir sin él (ni puedo, no se donde metería mis cosas). Y si puede ser me gustan de piel, no de polipiel, aunque también tengo alguno de este tipo, así como de tela.

Sombreros y boinas. Poseo varios. Es verdad que en este país no hay mucha costumbre de llevar la cabeza cubierta, especialmente en las urbes, pero alguien tiene que empezar, así que os animo a ello. Me parecen un detalle final precioso si se sabe escoger el modelo y color adecuados, además de que abrigan. Puede que os miren raro, pero nada, p'alante... pensad que muchas veces quienes critican a los demás por su atuendo es porque se ponen aquello que ellos no se atreven a lucir (o no pueden), así que... lo dicho.

Y sobre calzado... obviamente me gustan las botas, son ideales para estos fríos, también botines y calzado cerrado, no me veréis en zapatitos a bajas temperaturas. Y de piel también, claro. Ya se que ahora está de moda el calzado de material sintético o lo que llaman piel ecológica pero no puedo con eso, tengo los pies delicados y el calzado es fundamental. Piel 100%, siempre.

Esto sería lo más básico, lo que más uso en esta época del año. Pero entiendo que cada uno/a según sus obligaciones y ritmo diarios vestirá de una u otra manera. Por ahora puedo permitirme vestir cómodamente, quizás en otras circunstancias debería ir más uniformada, elegante o sobria.

En fin, que cada uno hace de su capa un sayo... ;-)



miércoles, 27 de enero de 2010

NO SIN ELLOS...

Mis imprescindibles a día de hoy para el cuidado y maquillaje diario son:

Una buena crema de farmacia para piel seca o muy seca. Son más económicas que las cremas de perfumería y mejores para mi piel, así que...

Base de maquillaje Double Wear de Estée Lauder. La que más dura en mi cara, y eso es difícil.

Corrector de ojeras de Helena Rubinstein. Ilumina y corrige.

Polvos Phyto-Touches de Sisley. Polvos compactos ultrafinos en dos tonos. No resecan nada la piel. Al haber dos tonalidades en el envase puedo usar el oscuro para el contorno y el claro para la zona T. Es un buen producto, además de práctico.

Blush Orgasm de Nars. El color ideal para mis mejillas, además tiene una buena duración.

La máscara de pestañas: en este momento no tengo ninguna favorita. Antes usaba la Magnascopic de Estée Lauder pero noto que forma demasiados grumos en las pestañas y el producto se seca en muy poco tiempo, así que a pesar de que las deja largas, como a mi me gusta, no repetiré por lo que comento. También usaba la Surrealist de Helena Rubinstein pero la aborrecí. Tengo varias de KIKO pero no me convencen. En fin... que no encuentro mi máscara de pestañas infalible por el momento. Seguiré buscando, quizás la próxima vez miraré en Lancôme o Chanel...

Para los labios tampoco tengo un favorito. Me gustan las barras de NYX pero no todos los tonos. También tengo de MAC pero no me convencen. De todas maneras prefiero usar gloss y a veces ni eso, voy con hidratante labial con algo de brillo, sin más.

Sombras: Tengo unas cuantas de MAC pero no repetiré con esta marca. También de varias marcas como: KIKO, TOO FACED, SEPHORA, etc. Curiosamente me van mejor las más económicas, especialmente las paletas multicolores que se venden en Ebay son las que más me duran una vez aplicadas. Pero eso si: siempre con base previa, uso la de Too Faced, la recomiendo.

De lápices de ojos tengo varios, no tengo marca favorita. Todos me van más o menos igual.

Y... hasta aquí. Evidentemente el tema da para mucho. Ya iré comentando de forma más particular sobre los productos.



martes, 26 de enero de 2010

LAS EXTRAÑAS REBAJAS DEL 2010

Sin duda, las rebajas han cambiado. Antaño el esperado período de bajos precios se prolongaba más de dos meses (casi tres), en los cuales podías encontrar solo artículos rebajados (léase de la temporada, es decir: en las rebajas de invierno piezas para el frío y en las de verano para el calor). Actualmente las prendas y accesorios de la nueva temporada invaden las tiendas desde el primer momento hasta que, solo tres semanas después del inicio de las rebajas, los artículos rebajados quedan arrinconados en un sector semi-escondido del comercio. A día de hoy, 26 de Enero, es difícil encontrar según que cosas, los aires primaverales se han apoderado de los percheros y estanterías y parece que a pesar de las bajas temperaturas reinantes solo podemos comprar camisetas de manga corta y suaves y frescos vestidos veraniegos...

Por no hablar de los extraños fenómenos relacionados con productos que, aunque estaban a la venta en la temporada de invierno, descubrimos ahora como artículos de nueva temporada... y por tanto sin la reducción de precio que corresponde. Creo que el tema daría para uno de esos programas de investigación con cámara oculta.

Pues eso, que las rebajas en la actualidad duran poco, muy poco, y encima muchos artículos desaparecen raramente de un día para el otro sin ser vendidos (debe haber por ahí una glamourosa dimensión paralela habitada por millones de prendas, y sus correspondientes complementos, claro...).

Total, que mi pobre tarjeta de crédito necesita un descanso, hoy he tenido una breve conversación con ella y me ha comentado que su banda magnética estaba medio afónica de tanto dar el do de pecho, por no hablar de lo poco que le gusta entrar en ese estrecho espacio del TPV, por lo visto no es nada placentero, cuenta la pobre que más bien siente que se aprovechan de ella, si es que estos aparatos son todos unos interesados...

Después de sucumbir a los encantos de las etiquetas con tres precios en rojo y haber llenado el armario hasta el punto de no poder cerrarlo, ahora necesito retirarme un mes (por lo menos) a un monasterio budista para meditar sobre mi materialista y cosmopolita vida. Si es que yo en el fondo soy una persona bastante espiritual... creo.

Comentario de última hora: me han dicho que en el monasterio budista no se puede una maquillar ni ponerse los últimos trapillos de Zara, ni siquiera conseguiría plancharme el pelo porque no debe haber enchufes... así que creo que lo cambiaré por unos días de compras en Londres...